GENERACIÓN la séptima Ley Universal del Kybalion

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Generación séptima ley universal Kybalion

Generación, la séptima ley universal del Kybalion

Esta Ley asegura que todo tiene sus principios masculino y femenino.

Las enseñanzas de la Filosofía Hermética afirman que la misma Creación del Universo obedece a la Ley de Generación y que en todas las manifestaciones sobre los planos mental, espiritual y físico (véase aquí los diferentes planos de correspondencia) siempre está presente y funcionando el Principio de Género.

En el plano físico se manifiesta como sexo (sexo masculino y sexo femenino), pero en los planos superiores toma formas más elevadas. Ninguna creación física, mental o espiritual es posible sin la presencia de este principio.

Si se comprende bien, alivia en gran medida muchos de los problemas y misterios de la vida que tanto han confundido la mente de los seres humanos.

Siempre obra en el sentido de generar, regenerar y crear. Cada Ser aloja en sí mismo los dos elementos que forman parte de este axioma.

Funcionamiento de la Generación, la séptima ley universal o Ley Universal del Género Kybalion, en el Plano físico

La Ciencia actual aún no ha reconocido este principio como de aplicación Universal, aun cuando poco a poco van  produciéndose algunas pruebas de origen científico.

A priori ya encontramos una manifestación distinta de este principio entre los corpúsculos, iones y electrones que conforman la base de la materia, hecho reconocido por la Ciencia, que antes consideraba el átomo como punto final e indivisible de la misma.

El descubrimiento más importante entorno a esto es que es imprescindible que los corpúsculos negativos se pongan a girar alrededor de los positivos para que pueda constituirse el átomo y, por tanto, la materia.

Esto se debe a que los corpúsculos positivos ejercen cierta influencia sobre los negativos, lo cual impulsa a estos últimos a formar ciertas combinaciones que resultan en la creación o generación de un átomo.

La Filosofía Hermética siempre ha asociado lo masculino con lo positivo y lo femenino con lo negativo, sin que esta consideración signifique ningún detrimento para lo femenino en función de su naturaleza.
Tan sólo es una manera de denominar una y otra cualidad.

De este modo las últimas enseñanzas científicas aseguran que los corpúsculos creadores son negativos, o sea femeninos. Están compuestos por electricidad negativa.

La unión de lo femenino con lo masculino, al girar rápidamente el primero entorno a éste último, es lo que da lugar a la creación del magnetismo, la electricidad, la luz, el calor, la atracción, la repulsión, las afinidades químicas, etc.

La electricidad se considera actualmente como algo en lo que se mezclan o disuelven todas las demás formas de energía.

Todo esto surge de la manifestación operativa del Principio de Género en el plano de la energía. Se puede afirmar que la Ciencia, aun cuando no ha progresado lo suficiente en este terreno todavía, está en el camino correcto.

Los estudiosos del tema aseguran que en un futuro próximo la Ciencia coincidirá con el Hermetismo en la aceptación de la presencia en todo el Universo de este gran Principio de Generación.

Funcionamiento del Principio Universal de Generación en el Plano Mental

El principio masculino de la mente corresponde a la llamada mente objetiva, consciente, voluntaria o activa, mientras que el femenino lo es con respecto a la mente denominada subjetiva, subconsciente, involuntaria o pasiva.

Desde hace años se considera la dualidad de la mente, pero realmente esa dualidad no es más que la manifestación de este Principio de Género en el campo mental.

Para estudiar y entender este axioma solamente hay que observarse a uno mismo para darse cuenta de cómo funciona el mismo en la mente.

Si lo hacemos, nos damos cuenta en seguida que el primer resultado de la observación es el YO, en su acepción yo soy.
Esa es la manifestación primera de nuestra identidad, aunque los expertos herméticos saben que, ciertamente, en esa acepción mental coexisten dos partes diferenciadas que la conforman:

1– EL MI >> Habitualmente confundido con el YO, es la propia consciencia que poseemos de nosotros mismos, nuestros gustos y aficiones, repulsiones, visión mental de nuestro aspecto físico, etc.

Estas características constituyen la percepción individual y ajena de la propia personalidad, teniendo la impresión de que forman parte del individuo y que en realidad somos el MI.

Más adelante, el estudio detenido y profundo de la realidad demuestra al hombre que el MI, aun formando parte de su mente y cuerpo, no es realmente el YO, lo cual es paso de gigante en el conocimiento de sí mismo.

Representa al principio femenino del Género Mental, o sea el aspecto del devenir, llegar  a ser algo, llegar a conseguir algo, etc.

2– EL YO >> Es esa parte que percibimos como inefable y que es capaz de gobernar el propio MI si con la suficiente voluntad así se desea.

Representa al principio masculino del Género Mental, es decir, el aspecto de SER.

Manifestación de los aspectos masculino y femenino en el Principio del Género Mental

La tendencia del principio femenino es siempre la de recibir impresiones, mientras que la del masculino es darlas o expresarlas.

El femenino tiene un campo de acción mucho más variado que el masculino, ya que se ocupa de generar nuevos pensamientos, conceptos, ideas e imaginación.

El masculino se siente pleno con el acto de querer en sus varias manifestaciones.

Esto concluye en una realidad mental ideal en la que el uno no puede hacer nada sin el otro, siendo los dos la simbiosis perfecta en el acto de Generación, es decir, crear.

El femenino en el trabajo activo de la generación mental y el masculino en la estimulación y la aportación de energía a la capacidad creadora de la mente.

Sin la ayuda y colaboración con el masculino, el principio femenino se queda mentalmente en las impresiones recibidas del exterior en vez de producir creaciones originales.

La mayoría de seres humanos estamos enfocados, por ignorancia, en el aspecto femenino, contentándonos con vivir bajo los pensamientos e ideas de otros YO ajenos y superiores.

Estas manifestaciones pueden evidenciarse a diario en la vida cotidiana observando cómo hay personas que imprimen su aspecto masculino mental sobre los demás.

Actores buenos, oradores políticos prestigiosos o cualquier persona que incide en la atracción de otras de manera intensa, está ejerciendo el poder del principio masculino de su mente, obteniendo lo que desea de estas últimas.
Los poderes planetarios, políticos, sociales en general y sus entresijos, conocen bien esta realidad.

Todos los seres humanos tenemos, en virtud del Principio de Generación, la capacidad intrínseca de crear a voluntad realidades mejores a nivel individual y colectivo

Basta con conocer el funcionamiento mental producido por los aspectos femenino y masculino de la Creación de El Todo.

Fenómenos psíquicos y los principios de la Ley Universal de Generación, la séptima del Kybalion

La telepatía, influencia mental, sugestión o hipnosis, son manifestaciones cuya explicación se basa la mayoría de las veces en los fenómenos expresados en las teorías de la dualidad mental que mencionaba antes.

De hecho, desde el punto de vista superficial, esto sería cierto, ya que la mente, como acabamos de contemplar, dispone de dos aspectos bien diferenciados, posee una dualidad.

Pero si esas teorías sobre la dualidad de la mente tuvieran en cuenta que la misma no es más que los aspectos femenino y masculino del Principio de Género Mental, la cuestión sería mucho más fácil de entender.

En la telepatía, por ejemplo, se ve claramente que la vibración del aspecto masculino de una mente se proyecta hacia el femenino de otra.

Recordemos: el masculino tiene iniciativa, aporta energía, mientras que el femenino recibe impresiones y permite desarrollar y madurar los pensamientos de cariz masculino.

La sugestión y la hipnosis obran del mismo modo, de manera que el poder vibratorio del aspecto masculino genera y envía un pensamiento al femenino, quien lo hace suyo y piensa en consecuencia.

Una idea así generada crece, madura y se crea en la mente receptora haciéndole creer que es una creación propia, cuando realmente es una ilusión obtenida por la fusión de ambos géneros.

Conclusiones sobre Generación, la séptima ley universal del Kybalion

El proceso normal es que los principios masculino y femenino obren conjuntamente en cualquier creación mental.

Pero desafortunadamente el ser humano corriente tiene el aspecto masculino inerte, dormido y ausente, permaneciendo su existencia vital anclada en el principio femenino, es decir viéndolas venir y siendo influido y dominado por otras mentes y pensamientos que si que cultivan el principio masculino como fundamento de su SER.

Esto explica el porqué de las masas convertidas en rebaños gobernados por otras mentalidades en vez de ser creadores de su propia realidad en función de su voluntad.

Descansamos en nuestra conciencia del MI sin comprender que realmente tenemos, somos, un YO.

El hombre fuerte del Mundo tiene despierto y activo el principio masculino de voluntad y su fuerza depende directamente de este hecho

De esta manera, en lugar de vivir según el criterio de otras mentes, domina su propia mente mediante su voluntad.

Es importante esto, ya que significa poder hacer lo que uno quiere.

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