La soledad. El sentimiento producido por el autodesconocimiento

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La soledad no existe más que como creencia aprendida. El miedo a ella causa estragos.

La soledad. Uno de los miedos que más proliferan en la sociedad actual es el que se experimenta ante la posibilidad de estar solo.

Este hecho, la aparición de ese miedo, responde directa y únicamente al sistema de creencias de cada persona, alimentado desde la niñez.

La realidad es otra, ya que la soledad es buena.

Pero para eludir el miedo a la soledad es necesario conocer el origen del mismo para poder desterrarlo de nuestra existencia.

QUÉ ES LA SOLEDAD

La soledad es una experiencia emocional caracterizada por sentirse aislado o desconectado de los demás, incluso cuando estamos rodeados de gente.

Es importante distinguir entre la soledad elegida, cuando se busca deliberadamente el tiempo a solas, y la soledad no deseada, que puede causar malestar.

Factores que contribuyen a la soledad

Diferentes factores contribuyen a sentirse solo, como cambios en la vida (mudarse a una nueva ciudad o perder a un ser querido), falta de conexiones sociales significativas, barreras de comunicación, etc.

Consecuencias de evitar la soledad:

El miedo a la soledad puede llevar a comportamientos como evitar situaciones sociales, aferrarse a relaciones tóxicas o sobrepoblarse de actividades para evitar enfrentar la sensación de estar solo.

Estos comportamientos pueden tener repercusiones negativas en nuestra salud mental y bienestar general.

POR QUÉ SENTIMOS MIEDO A LA SOLEDAD

El miedo a la soledad puede estar arraigado en nuestra necesidad básica de pertenencia y conexión social. Además, el miedo a la soledad puede ser exacerbado por las normas sociales que estigmatizan la soledad y promueven la idea de que estar solo es una señal de fracaso o insuficiencia.

Pero, esencialmente, lo sentimos sencillamente porque nadie nos ha enseñado a manejarla, antes al contrario, desde siempre la han vestido de connotaciones negativas y como estado a evitar imprescindiblemente.

Fijémonos en que el miedo a algo siempre viene precedido por el aprendizaje, propio o impuesto, sobre ese algo y nuestra reacción ante ello.

De esta manera, es imposible que un niño tenga miedo a nada en el momento que inicia su sendero vital.

Es la propia experimentación la que le proporciona la subjetividad necesaria para discernir entre tocar el fuego y quemarse, o no hacerlo cuando ya lo sabe y siente miedo en presencia de ese elemento.

En cambio, en el tema de la soledad, ninguno de nosotros tuvo miedo nunca a estar solo..  no conocíamos sentimientos ni emociones adversas al respecto durante nuestra más tierna infancia.

Recordemos cuántas veces hemos oído y practicado nosotros mismos la creencia: «A este niño hay que darle un hermanito ya para que no se sienta solo».

A raíz de ese tradicionalismo socio-mental-cultural, podemos entender por qué en casi todas las familias la diferencia de edad entre el primer y el segundo hijo es de dos años, o menos.

Es decir que, en virtud de esa decisión, ya estamos, inconscientemente, inculcando en el pequeño primogénito el miedo a la soledad.

Huelga decir que un niño sin hermanos es tan feliz, está tan sociabilizado y es tan inmune a la adversidad del individualismo como cualquier otro que si que los tiene.

La diferencia está en que el primer pequeño no se siente solo por estarlo.

Concluyamos, pues, que el miedo a la soledad es adquirido por un aprendizaje impuesto por la sociedad, desde nuestra familia hasta los medios de comunicación, pasando por pediterapeutas y expertos en el desarrollo de la personalidad infantil.

Me aventuro a hacer esta última afirmación desde la convicción de que con una educación exenta de referencias negativas a la soledad, ésta no ha lugar en la vida de las personas.

Pero veamos cómo, sabido esto, el polo opuesto al sentimiento de soledad – ausencia del mismo – existe, opera y consigue resultados inversos a lo explicado hasta ahora.

MANEJO DEL MIEDO A LA SOLEDAD

Conocerse a uno mismo imposibilita el miedo a sentirse solo.

Así  como el miedo a alguna cosa o situación se debe a la experimentación negativa de esa cosa, la neutralización del mismo pasa de manera única por un nuevo descubrimiento: El autoconocimiento.

Me explico.

En la entrada que titulo «El miedo al cambio» sostengo que el recelo es debido al propio desconocimiento de nuestra reacción ante cualquier modificación vital.

Y, además, que: «En esencia, alguien que teme al cambio es porque no se conoce a sí mismo, por tanto desconoce su reacción ante eso diferente».

Por otra parte afirmo en esa entrada del blog que «El descubrimiento de uno mismo es el mejor quitamiedos».

Pues bien, en el tema de la soledad estoy convencido de que la causa y posterior desarrollo de la solución son idénticos a los descritos en ese primer escrito relativo al cambio.

Veamos por qué.

QUIÉNES SOMOS. PRIMER MOTIVO QUE PERMITE ERRADICAR LA SOLEDAD

Somos chispas, todos, de Dios. Por tanto somos partes de El Todo, lo cual no está nada mal para empezar.

Estamos aquí en el Universo, todos, para mostrar a la Realidad Sustancial cómo puede expresarse de manera infinita.

Eso significa que somos UNO, por tanto de entrada es imposible sentirse solo o sola.

Este axioma lo entiende perfectamente quien ha logrado ya un estado consciencial significativo, de manera que puede diferenciar claramente entre «estar» y «sentirse» en soledad.

En posesión de dicho entendimiento el miedo no tiene lugar, no existe, aun cuando la sociedad siga tratando de imbuirlo a través de sus vetustas y equivocadas creencias.

Cuando sabes quién eres ves la vida desde otra perspectiva, sabes que eres eterno y que nunca, nunca, has estado, estás o estarás solo o sola.

Es más.. anhelas y disfrutas la soledad.

Gozas de ella y, con o sin meditación presente, sin pretenderlo casi, sientes la plenitud de sentirte parte de algo inefable, sensación que en compañía queda desvirtuada por las aportaciones ajenas teñidas de sinrazón la mayoría de veces.

Si piensas erróneamente que eres únicamente lo que ves cuando te miras al espejo, la necesidad de alguien que acompañe a esa imagen que contemplas se hace acuciante.

OTRAS CONSIDERACIONES SOBRE LA SOLEDAD

Aparte de lo que he explicado hasta aquí relativo a la soledad, existen variantes de la misma que realmente no lo son, sino que más bien obedecen a la necesidad física o práctica de compañía.

Es el caso, por ejemplo, de las personas mayores.

Una persona mayor sola es muy posible que precise ayuda en las tareas cotidianas o de asistencia médica, pero si no se siente sola porque sabe quién es, eso no es soledad, es necesidad de ayuda por incapacidad propia debida a la edad.

Por activa y por pasiva se nos informa insistentemente respecto a la soledad de las personas mayores, pero nadie pone el acento en la verdad que envuelve esa realidad: desde pequeñas, a esas personas les inculcaron que no debían nunca estar solos o solas porque eso era malo.

Por tanto, hago hincapié en el pensamiento con el que empezaba este artículo:

el sentimiento de la soledad no es más que un error educacional, alimentado desde la más tierna infancia, que genera miedo por desconocimiento de uno mismo o misma.

LAS 7 LEYES UNIVERSALES DEL KYBALION Y LA SOLEDAD

Fíjate que las 7 Leyes universales afectan a todo lo creado. Tanto es así, que en el tema que nos ocupa hoy podemos deducir la incidencia de cada una de ellas clara y precisamente.

Estas leyes, aunque provienen de una tradición espiritual específica, a menudo se interpretan en un sentido más amplio y pueden aplicarse a diversas áreas de la vida, incluida la experiencia de la soledad.

Aquí te presento una interpretación de cómo algunas de estas Leyes podrían relacionarse con la soledad:

1- El Principio del Mentalismo

Este principio sostiene que «El Todo es Mente; el universo es mental».

Con relación a la soledad, podríamos interpretar esto como el reconocimiento de que nuestra experiencia de la soledad está profundamente influenciada por nuestros pensamientos y percepciones.

Nuestra mente tiene el poder de dar forma a cómo experimentamos la soledad, ya sea como algo negativo y angustiante o como una oportunidad para la introspección y el crecimiento personal.

Si todo es mente, el concepto erróneo de soledad está gobernado por la misma, transmutemos mentalmente el concepto en todo lo contrario.

2- El Principio de Correspondencia

Este principio establece que «Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba».

En el contexto de la soledad, podríamos ver esto como la idea de que nuestras experiencias internas reflejan y están relacionadas con nuestras experiencias externas.

Por ejemplo, la sensación de soledad interna puede reflejar una falta de conexión o armonía en nuestras relaciones externas, y viceversa.

Si como es abajo es arriba, tranquilo o tranquila.. ningún ángel, serafín, querubín o arcángel se siente solo: tú tampoco lo estás.

3- El Principio de Vibración

Este principio afirma que «Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra».

Al relacionarlo con la soledad, es posible analizar esto como el reconocimiento de que nuestras emociones y estados internos están en constante flujo y cambio.

La soledad puede ser experimentada de manera diferente en diferentes momentos y situaciones, y nuestra capacidad para adaptarnos y fluir con estos cambios puede influir en cómo la experimentamos.

Cuanto más alto vibres, mayor bienestar y convencimiento obtendrás en el tema de la soledad errónea.

4- El Principio de Polaridad

Este principio sostiene que «Todo es dual; todo tiene polos; todo tiene su par de opuestos».

En cuanto a la soledad, esto puede interpretarse como el reconocimiento de que la soledad es sólo una parte del espectro de experiencias humanas.

Así como experimentamos momentos de conexión y compañía, también experimentamos momentos de soledad.

Reconocer la polaridad de la experiencia puede ayudarnos a aceptar y equilibrar nuestros momentos de soledad con nuestros momentos de conexión.

Sentirse solo o sola es el polo negativo del concepto «soledad». Si te polarizas mentalmente en el opuesto, subirá tu vibración, con lo cual conseguirás vencerla.

5- El Principio de Ritmo

Este principio establece que «Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso; todo asciende y desciende».

En su relación con la soledad, esto se ve como el reconocimiento de que nuestras experiencias de soledad pueden ser cíclicas y temporales.

Hay momentos en los que nos sentimos más solos y momentos en los que nos sentimos más conectados. Reconocer el ritmo natural de estas experiencias puede ayudarnos a navegar por ellas con mayor comprensión y aceptación.

Si te conoces a ti mismo , tú estarás polarizado en un grado positivo que te habrá elevado, por vibración, a un nivel superior de conciencia que te permitirá saber quién eres realmente. 

Conseguirás que el péndulo machacante de la Ley Universal del Ritmo te pase por debajo cada vez que intente repetir el sentimiento de sufrimiento por estar solo.

6- El Principio de Causa y Efecto

Como ya sabemos, este principio sostiene que «Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa».

Por lo que respecta a la soledad, podríamos interpretar esto como el reconocimiento de que nuestras experiencias de soledad pueden ser el resultado de diversas causas, tanto internas como externas.

Por ejemplo, la soledad puede ser causada por cambios en nuestras circunstancias de vida, como mudarse a un lugar nuevo o perder a un ser querido, así como por nuestros propios pensamientos y percepciones sobre la soledad.

El esfuerzo empleado en conocerte en conciencia será la causa que creará el efecto de neutralización del sufrimiento originado por la sensación de soledad.

7- El Principio de Generación

Este principio establece que «Todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos».

En relación con la soledad, podemos reconocer que la experiencia de la soledad puede estar influenciada por aspectos tanto masculinos como femeninos de nuestra psique.

Por ejemplo, la soledad puede ser vista como una oportunidad para la introspección y el autoconocimiento (aspecto femenino), así como una oportunidad para la acción y la realización personal (aspecto masculino).

Utiliza el aspecto masculino que hay en ti para tomar las acciones necesarias en el conocimiento propio, lee, ve vídeos, infórmate, genera, crea tu PAZ en el tema de la soledad.

CÓMO NEUTRALIZAR EL CONCEPTO ERRÓNEO DE SOLEDAD Y, POR ENDE, EL SUFRIMIENTO QUE ÉSTE CAUSA

Neutralizar el concepto erróneo de soledad y reducir el sufrimiento que causa puede ser un proceso gradual pero significativo.

Hay una serie de reflexiones que conducen a las prácticas correctas para deshacerse del sentimiento de soledad, hasta que el autoconocimiento libra a las personas del mismo espontáneamente y para siempre.

He aquí algunas sugerencias sobre cómo abordar este desafío:

Educación y conciencia

La primera medida para neutralizar el concepto erróneo de soledad es educar a las personas sobre lo que realmente implica estar solo.

Esto incluye desafiar los estigmas sociales y los prejuicios que rodean a la soledad, y promover una comprensión más precisa y compasiva de esta experiencia emocional.

Promover la aceptación personal

Ayudar a las personas a desarrollar una mayor aceptación de sí mismas y de sus propias experiencias de soledad es fundamental.

Esto implica fomentar la autoestima y la autoaceptación, y reconocer que la soledad es una experiencia humana común adquirida educacionalmente que no debe ser temida ni evitada a toda costa.

Cultivar conexiones significativas

Fomentar conexiones sociales significativas y auténticas puede ayudar a contrarrestar la sensación de soledad.

Esto incluye alentar a las personas a buscar relaciones basadas en el apoyo mutuo, la empatía y la comprensión, en lugar de relaciones superficiales o tóxicas que solo perpetúan la sensación de aislamiento.

Practicar el autocuidado

Promover el autocuidado y la autocompasión es esencial para reducir el sufrimiento asociado con la soledad.

Esto conlleva alentar a las personas a dedicar tiempo a actividades que les brinden placer y significado, así como a desarrollar habilidades de afrontamiento saludables para manejar los momentos de soledad.

Fomentar la comunidad y el apoyo mutuo

Crear espacios de comunidad donde las personas se sientan seguras para compartir sus experiencias de soledad y recibir apoyo mutuo puede ser muy beneficioso.

Esto puede incluir grupos de apoyo, comunidades en línea o actividades sociales que fomenten la conexión y el compañerismo.

Promover el desarrollo personal

Finalmente, alentar a las personas a ver la soledad como una oportunidad para el crecimiento personal y el autodescubrimiento puede ayudar a cambiar la percepción negativa asociada con esta experiencia.

Esto pasa por alentar la exploración de intereses personales, la búsqueda de nuevas experiencias y el desarrollo de habilidades para la autorreflexión y el autodescubrimiento.

Al abordar estos aspectos, puedes ayudar a neutralizar el concepto erróneo de soledad y, en última instancia, reducir el sufrimiento que causa al promover una comprensión más positiva y saludable de esta experiencia emocional.

CONSIDERACIONES FINALES SOBRE LA SOLEDAD

La soledad es una experiencia humana común

A pesar de su connotación negativa en muchas culturas, es importante recordar que la soledad es una experiencia universal que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas.

No es necesariamente algo malo en sí mismo, sino simplemente una parte natural de la condición humana.

La calidad importa más que la cantidad

No se trata tanto de cuántas personas están a nuestro alrededor, sino de la calidad de las conexiones que tenemos.

Incluso en medio de una multitud, podemos sentirnos solos si carecemos de relaciones significativas y profundas. Por eso es tan importante auto conocerse para saber que no estamos solos nunca.

Cultivar relaciones auténticas y significativas es fundamental para combatir la soledad.

La soledad puede ser una oportunidad para el crecimiento personal

En lugar de temerle a la soledad, podemos aprender a verla como una oportunidad para la reflexión, el autodescubrimiento y el crecimiento personal.

Los momentos de soledad pueden ser momentos preciosos para conectarnos con nosotros mismos, explorar nuestros intereses y valores, y desarrollar una mayor autoconciencia.

Es importante buscar ayuda si la soledad se convierte en un problema

Aunque la soledad puede ser una experiencia normal y, a veces, incluso beneficiosa, también puede convertirse en un problema si se prolonga y se vuelve abrumadora.

Si te encuentras luchando con sentimientos persistentes de soledad que afectan tu bienestar emocional y mental, es importante buscar ayuda profesional.

Hay recursos y apoyo disponibles para ayudarte a navegar por estos momentos difíciles.

La conexión con los demás es fundamental

Aunque la soledad puede ser una experiencia valiosa, la conexión con los demás sigue siendo fundamental para nuestra salud y bienestar.

Buscar formas de cultivar relaciones significativas y fortalecer nuestras conexiones sociales puede ayudarnos a sentirnos más conectados y apoyados en nuestra vida diaria.

En última instancia, es importante recordar que la soledad es una experiencia humana compleja y multifacética que puede afectar a cada persona de manera diferente.

Al abordar la soledad con comprensión, aceptación y empatía, podemos aprender a manejarla de manera más efectiva y a encontrar un equilibrio saludable entre la conexión con los demás y la conexión con nosotros mismos.

Nadie, nada de lo creado en el Universo está solo. No hay nadie sin padre o sin madre en el Universo. 

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